jueves, 18 de diciembre de 2008

De Nuevo


Vuelvo a nacer nuevamente y con ello nacen nuevos sueños y esperanzas. Aprendo a caminar por un nuevo sendero y a ver el mundo de modo diferente, tal vez con mayor tranquilidad, madurez y confianza. Un nuevo ser observa su alrededor más detenidamente y con profundo amor. Entendiendo, entonces, que la vida trae en cada nacimiento un nuevo despertar y un nuevo camino. Ya no necesito abrir los ojos para ver el mundo que me rodea, allí está en todo su esplendor; incierto, díficil, pero inmesamente iluminado. Tal vez es una manera de compartirles mi mundo, el que ha ido cambiado con el paso de los años y al cual he plasmado nuevos y radiantes colores. No es ni mejor ni peor, sólo es ese, mi mundo, en el que me regocijo todos los días y permance misteriosamente en silencio.

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