jueves, 17 de mayo de 2007

A Mi Amado Padre


Cuando cierro los ojos y pienso en ti, te puedo sentir a mi lado. Parece que tu presencia estuviera ligada muy fuertemente a mi corazón. En tantas oportunidades he pronunciado tu nombre y no he dejado de extrañarte ni un minuto de mi existencia.

Te recuerdo en el día con tu suave mirada y en la noche con tu silencio. Eres el mejor regalo que Dios me ha dado y lo sigues siendo desde la distancia.

Te he vuelto a ver en mis mejores momentos y en aquellos en los que he renunciado y he dicho adios. Allí en todo tu esplendor apareces convertido en sueño, en quimera y en un largo suspiro.

Bajo la intensa lluvia has caminado a mi lado y sobre el fuerte sol me has refrescado. A veces en silencio siento que me hablas al oído y cada palabra es un misterio entre los dos.

Te volviste mi mejor poema, aquel que pronuncio para mitigar las penas y en el que me regocijo en días llenos de esperanza. Mi mejor amigo, mi dulce recuerdo, mi mayor silencio, mi profundo secreto.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que lindo esto Cile, con tu permiso -y citàndote claro està- se lo voy a enviar a mi papà...jeje...Un abrazote!

Daniel Eduardo dijo...

Cile muy lindo, lo que escribiste, te felicito, tu papá debe estar muy orgulloso de la hija tan espectacular que tien